Ketchup
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Es una salsa picante originaria de China, que no llevaba tomate. Ya en nuestros días se le añadió el tomate y se le retiró el picante, que es la versión más famosa que conocemos de esta salsa. Hoy siempre están en nuestra nevera. Vamos a hacerla nosotros, ya veréis que cosa tan rica. Con estos ingredientes sale alrededor de 500 ml. de salsa.
Ingredientes:
- 1 kg de tomates.
- 1 pimineto verde.
- Medio pimiento rojo.
- 1 diente de ajo.
- Media cebolla.
- 25 gr. de azúcar.
- Media cucharadita de pimienta negra molida.
- 80 ml. de vinagre de manzana.
- 50 ml. de salsa de soja.
- Una cucharada de mostaza antigua.
- Un clavo de olor.
- Una cucharadita de jengibre molido.
- Una pizca de cilantro molido (seco en grano, no verde).
- Una guindilla cayena (opcional, si nos gusta picante).
- Sal.
En primer lugar, lavamos los tomates y los rallamos con el rallador. Picamos en trozos los pimientos, la cebolla y el ajo ¡Y sin aceite! Ponemos a cocer estas verduras en una cazuela amplia, a fuego suave. Le incorporamos también el azúcar, y la guindilla, si la vamos a poner. Salamos ligeramente teniendo en cuenta que luego vamos a poner soja y es de por si salada, sólo una pizca.
Lo dejamos durante 30 minutos moviendo de vez en cuando. Pasado este tiempo le añadimos la pimienta negra, el vinagre, la soja, el clavo, el jengibre y el cilantro. Y dejamos cocer 10 minutos más. Lo retiramos del fuego, si pusimos la guindilla la podemos retirar; pero si somos muy amantes del picante la podemos dejar; ponemos la mostaza antigua (si no tenemos podemos usar de Dijon u otra que nos guste; aunque yo prefiero la antigua, incluso se puede poner en polvo una cucharadita y entonces la incorporamos cuando la pimienta, el vinagre y demás) y lo trituramos todo con la batidora.
Una vez bien triturada volvemos a ponerla, a fuego lento y removemos constantemente, hasta que espese nuestra salsa. Depende del agua que tenga el tomate; pero unos 10 minutos más o lo que necesite. Rectificamos de sal, vinagre y azúcar si es necesario. Estando ya cremosa la podemos retirar del fuego. Puede usarse caliente para cualquier plato que tengamos preparado, unas chuletas o unos filetes rusos. Y también podemos dejarla enfriar y usar cuando se necesite, en unos perritos calientes, patatas fritas, unas croquetas. Se conserva bien, unos días en el frigorífico.
¡BUEN PROVECHO!